Discurso: Secretario de Hacienda y Crédito Público Miguel Messmacher Linartes
Discurso: Secretario de Hacienda y Crédito Público Miguel Messmacher Linartes
Durante el foro de AS/COA "México: Perspectivas y Oportunidades Económicas en el Nuevo Entorno Mundial," el Secretario de Hacienda y Crédito Público Miguel Messmacher Linartes dió un discurso "cómo estamos viendo la situación global, cómo es que eso está afectando a la economía mexicana, y cómo estamos viendo hacia delante la estrategia de ajuste de la economía."
PALABRAS DEL TITULAR DE LA UNIDAD DE PLANEACIÓN ECONÓMICA DE LA HACIENDA PÚBLICA, DE LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, MIGUEL MESSMACHER LINARTAS, EN EL FORO PERSPECTIVAS Y OPORTUNIDADES ECONÓMICAS EN EL NUEVO ENTORNO MUNDIAL.
Lo que yo quisiera hacer durante los 20 minutos que tengo para hacer esta presentación, es un poco darles un marco de cómo estamos viendo la situación global, cómo es que eso está afectando a la economía mexicana, y cómo estamos viendo hacia delante la estrategia de ajuste de la economía.
En primer lugar, como ustedes saben estamos pasando por una crisis económica que no tiene precedente en la etapa de la posguerra a nivel global. Para mucha gente esta crisis es realmente la más seria después de la crisis de la gran depresión durante 1930.
Y obviamente esta crisis está teniendo un efecto muy importante no sólo sobre la economía mexicana, sino sobre todas las economías en el mundo. Es decir, no estamos observando una sola economía donde no estemos presenciando una desaceleración muy importante desde el punto de vista del crecimiento
económico y donde no se haya observado un deterioro en las perspectivas para 2009 y, digamos ya con una anticipación de una recuperación en 2010, pero que podía ser una recuperación relativamente lenta, dada la profundidad en los problemas que hay en los balances de las familias y en los balances del
sector financiero.
Ahora, para empezar y viendo cuál es el gran marco, y qué es lo que podemos estar esperando hacia delante, obviamente esta crisis, como todas las crisis económicas pasará en algún momento; las expectativas hoy en día son de que comience una recuperación económica a nivel global durante finales de este año o principios de 2010.
Y en ese sentido, como todas las crisis económicas, esta pasará, y el gran reto al que nos estamos enfrentando hoy en día es cómo garantizar que la economía mexicana se ajuste de una manera ordenada, e intentando minimizar el posible efecto negativo que vaya a tener esta crisis económica sobre la
economía nacional, minimizando también cualquier tipo de efecto que pudiera haber de mediano o largo plazo.
Entonces es claro que la crisis económica mundial por la que estamos pasando va a tener un efecto sobre la economía mexicana, un efecto que va a ser importante durante este año.
Y ahí el reto es cómo minimizamos ese impacto que va a tener, los problemas que estamos observando a nivel mundial, y cómo garantizamos que ya una vez que empiece una etapa de recuperación hacia finales de este año y en 2010, somos capaces de realmente acelerar la recuperación de nuestro país, ya abiendo minimizado todo tipo de problemas que se pudieran llegar a generar desde el corto y mediano plazo.
En buena medida, esa ha sido la estrategia que se ha seguido por parte del gobierno federal. Obviamente reconociendo que está habiendo una contracción importante, una contracción muy importante en términos de la demanda externa y de la disponibilidad de financiamiento externo también. Es decir, estamos siendo afectados, la economía mexicana está siendo afectada principalmente a través de dos canales.
Un canal es simplemente el de la actividad real, que está llevando una menor demanda por las exportaciones de nuestro país. Eso se está traduciendo obviamente en una menor cantidad de productos exportados y también en una disminución en los precios de las materias primas, lo cual tiene implicaciones
desde el punto de fiscal por el lado de los precios del petróleo.
Entonces por un lado estamos viendo ese contagio a través de canales reales de actividad económica, y por otro lado también está el canal del sistema financiero, donde realmente estamos observando una menor disponibilidad de financiamiento a nivel internacional, así como un menor apetito por riesgo por
parte de los inversionistas en los diferentes países del mundo, lo cual está llevando obviamente a una menor disponibilidad de financiamiento a nivel global, que obviamente también está impactando en cierta medida a la economía mexicana.
Lo que hemos intentado hacer para compensar parcialmente, esta mitigación va a ser parcial, la magnitud del choque internacional es tan fuerte que obviamente no podemos generar políticas para compensar por completo este tipo de efectos, y en ese sentido la estrategia básicamente busca atender estos dos problemas y mitigar parcialmente sus efectos sobre la economía mexicana.
Para compensar el hecho de que hay una demanda externa menor, es que hemos estado implementando programas contracíclicos que básicamente buscan incrementar los recursos disponibles para las familias, así como incrementar el nivel de gasto público.
Sin entrar en el detalle, pero desde octubre se implementó el Programa de Impulso al Crecimiento y al Empleo, ya después en enero está el Acuerdo de Apoyo a la Economía Familiar y el Empleo también. En conjunto, estos dos programas implican un estímulo directo sobre el PIB del orden de 1.5% del PIB,
el cual es equiparable de hecho al estímulo fiscal que se está observando en varios países industrializados; quizá es un poquito más bajo que el de Alemania, pero es similar al estímulo fiscal que hay en Francia, es mayor al estímulo fiscal de Italia, por ejemplo.
Entonces en ese sentido estamos utilizando el margen que hemos creado a lo largo del tiempo, a través de ir fortaleciendo gradualmente las finanzas públicas, para por primera vez en los últimos 30 años, establecer una política de agenda contracíclica con un estímulo fiscal que va a ser bastante importante durante este año y que, como mencionaba, es equiparable este impulso de 1.5% del PIB al estímulo que estamos observando en otros países industrializados.
Obviamente el número es mucho más bajo que en Estados Unidos, por el hecho que en Estados Unidos una parte muy importante del estímulo se está yendo a limpiar el sistema financiero, y los problemas en ese sentido son muy diferentes en términos de lo que está enfrentando Estados Unidos a lo que
estamos enfrentando nosotros.
Desde el punto de vista de, inclusive, fortalezas de la economía, el sistema financiero mexicano tiene unos niveles de capital activos en riesgo que en promedio ubican esa razón de sostenibilidad en 14% del PIB, comparado con un mínimo regulatorio de 8%.
En ese sentido, lejos de nosotros estar teniendo que destinar recursos fiscales a hacer algún tipo de rescate de los bancos, los bancos hoy en día se encuentran en una situación mucho más sostenible de la que se encontraban hace cinco años.
Un poco la estrategia ha sido, por un lado, apoyar la demanda interna a través de este estímulo fiscal y estos mayores recursos para los trabajadores y las familias, y ya después, desde el punto de vista financiero, como ustedes saben se hicieron diversas modificaciones en los mercados financieros, después del contagio tan fuerte que se observó después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre. Eso generó una cierta volatilidad importante en los mercados financieros en México, y básicamente tomamos diferentes medidas para intentar restablecer un comportamiento más ordenado en los mercados
financieros; modificamos la oferta de títulos gubernamentales hacia instrumentos de menor duración, dado que había una mayor demanda por instrumentos líquidos. Ese fue un primer ajuste que se hizo.
También, de manera muy importante se anticipa una expansión de cerca de 37% en los recursos que va a poder estar destinando la banca de desarrollo para promover el crecimiento y el financiamiento. Entonces un poco eso para compensar una posible disminución en la disponibilidad de recursos privados para todo tipo de empresas en la economía y para el sector de infraestructura, compensando de manera importante la disminución en el financiamiento.
Obviamente también, como ustedes saben, ha habido una serie de intervenciones a través de subastas en el mercado cambiario, con el objetivo de estar promoviendo un comportamiento más ordenado en ese mercado.
Nosotros, tanto Hacienda como el Banco de México, quienes conformamos la Comisión de Cambios, no es que estemos defendiendo un nivel particular del tipo de cambio, lo que nos interesa es incrementar la certidumbre en el mercado y promover un comportamiento ordenado en el mismo.
De ahí un poco la serie de modificaciones que hemos hecho, si ustedes se acuerdan originalmente el primer anuncio fue de subastas de 400 millones de dólares, si el tipo de cambio se depreciaba más de 2% con respecto al tipo de cambio del día anterior. Ahora lo que estamos haciendo es ya redujimos el
monto de esa subasta de 400 a 300 millones de dólares, y ya estamos haciendo una subasta de 100 millones de dólares diarios, que sucede sin condiciones.
Esto con el objetivo que el mercado sepa que todos los días van a haber estos 100 millones de dólares disponibles, y con eso intentar promover un comportamiento más ordenado.
¿Qué sustenta esa intervención en el mercado cambiario? Eso me lleva a la segunda parte de la discusión y a la segunda parte de la exposición. Sí se han generado ciertas dudas hacia delante, en particular hacia dos cosas en específico. La primera es sobre la situación fiscal de México en el mediano plazo, y ahí obviamente hay una pregunta de qué va a suceder, el presupuesto para 2009 está hecho con un precio para el petróleo de 70 dólares por barril; estamos observando precios del petróleo significativamente más bajos.
Las dudas no son sobre 2009, en el sentido de que para 2009 tenemos la cobertura que nos asegura que los ingresos petroleros van a ser como si se hubiera vendido a 70 dólares por barril, pero sí hay una pregunta de qué podría llegar a pasar en 2010 y en 2011 si es que se mantienen niveles de ingresos
más bajos.
Esa es una primera inquietud que de alguna manera existe en el público acerca de la situación fiscal de México.
Hay una segunda pregunta que tiene que ver con si la balanza de pagos de México es sostenible y si nosotros estamos esperando que pudiera haber algún tipo de crisis de balanza de pagos como se llegó a observar en México en el pasado, siendo el caso de la crisis de 1994-1995.
Desde el punto de vista fiscal lo que nosotros estamos anticipando es que realmente el faltante que se pudiera llegar a observar durante 2010, sea claramente manejable, gracias a los fondos de estabilización que tenemos. Es decir, sí vamos a tener menores ingresos petroleros durante 2010, si es que se
mantuvieran los precios así como están hoy en día, pero hay dos factores que son muy importantes.
Un primer factor es el ajuste que hemos observado en el tipo de cambio, que obviamente implica que para un cierto precio del petróleo los ingresos que recibimos en pesos son más elevados. De hecho, durante 2009 debido a la depreciación del tipo de cambio y gracias a la cobertura que tenemos de 70 dólares por barril, es muy probable que observemos ingresos excedentes de petróleo en pesos, no en dólares, en dólares vamos a estar recibiendo lo que estábamos estimando, gracias a la cobertura, pero dada la depreciación del peso vamos a estar observando excedentes en pesos de los ingresos por petróleo, una vez considerando la cobertura.
Eso, digamos, nos va permitir compensar de manera muy importante la disminución que durante 2009 pudiéramos llegar a observar en los ingresos no petroleros debido a un menor crecimiento económico.
Claramente los ingresos petroleros inclusive a lo mejor van a salir por arriba de lo que nosotros estábamos esperando, es muy probable que salgan por arriba. Por otro lado estamos esperando que los ingresos debido a un menor crecimiento económico, que los otros ingresos, en particular los ingresos por impuestos, salgan más bajos de lo que teníamos originalmente en el presupuesto.
Estas dos cosas lo más probable es que se vayan a compensar, y que de esa forma nosotros logremos mantener prácticamente todos los recursos que tenemos en los fondos de estabilización, del orden de 200 mil millones de pesos, que es cerca de 1.5% del PIB; que eso lo logremos mantener para 2010.
Y eso nos va a permitir mantener un nivel de presupuesto similar al que tenemos este año, aun en un entorno de menores precios de petróleo. Eso como un primer tema.
Entonces nosotros realmente consideramos que durante 2009 no vamos a tener que hacer absolutamente ningún ajuste, no vamos a tener que realizar mayores ajustes por el lado del presupuesto, y además contamos con los fondos de estabilización, y obviamente también el ajuste automático que se ha dado debido a la depreciación del peso, que aumenta nuestros ingresos petroleros en pesos, de forma que no estamos anticipando tampoco tener mayores problemas durante 2010.
Desde el punto de vista de balanza de pagos, lo que es muy importante considerar es que desde el punto de vista del déficit de cuenta corriente, lo más probable es que sí observemos un incremento en el déficit de cuenta corriente debido al deterioro en la balanza petrolera que vamos a tener este año.
El año pasado observamos precios del petróleo muy elevados, también con unos ingresos de petróleo muy elevados, este año estamos observando precios del petróleo para la mezcla mexicana del orden de 40 dólares por barril, más o menos, los futuros indican un poquito más.
Entonces lo más probable es que este año sí vayamos a observar un aumento de cerca de nueve mil millones de dólares, digamos, un deterioro en la balanza petrolera de cerca de nueve mil millones de dólares.
Ahora ¿qué sucede? Desde el punto de vista de la balanza de pagos como un todo, ese deterioro en la cuenta corriente va estar compensado uno a uno por los ingresos en la cuenta de capital, asociados a la cobertura de petróleo. Entonces, ese deterioro que pudiéramos llegar a observar en la cuenta
corriente, desde el punto de vista de balanza de pagos está completamente financiado por los ingresos en la cobertura. Entonces eso no va a estar generando ninguna presión sobre las reservas internacionales, no debería estar generando ningún tipo de problemas sobre la balanza de pagos.
Ya después está la parte de la cuenta corriente no petrolera. Y ahí realmente lo que nosotros hemos observado de 98 a la fecha, es que la cuenta corriente no petrolera se ajusta de manera automática.
Si ustedes observan, por ejemplo, las importaciones de bienes intermedios, esas se mueven uno a uno, que representan el 75% de las importaciones totales, es decir son tres cuartas partes de las importaciones que hace México. Esas se ajustan uno a uno con las exportaciones no petroleras. Si ustedes observan una serie que vaya de 98 hasta 2008, las tasas de crecimiento de las exportaciones no petroleras y de las importaciones de bienes intermedios, son exactamente las mismas. Es decir, el proceso de exportación en México está tan integrado con el resto del mundo, que al mismo tiempo que se ajustan las exportaciones, las importaciones de bienes intermedios se ajustan en la misma magnitud.
En ese sentido, si bien estamos observando una disminución muy importante en el nivel de las exportaciones no petroleras, debido a los problemas que hay en la demanda internacional, se está dando exactamente el mismo ajuste desde el punto de vista de las importaciones de bienes intermedios. Entonces eso no está generando absolutamente ningún desbalance desde el punto de vista de cuenta corriente.
Ya después está el 25% de las otras importaciones, que son bienes de consumo y bienes de capital. En particular las importaciones de bienes de consumo son muy sensibles a movimientos en el tipo de cambio real. Entonces, obviamente, el movimiento en el tipo de cambio real que estamos observando en la actualidad, va a estar generando un efecto compensatorio muy importante, desde el punto de vista de la parte no petrolera de la cuenta corriente. De hecho, si observáramos, por ejemplo, la reducción de la cuenta corriente no petrolera de 2000 a 2003, que es la última ocasión en que hubo una recesión en los Estados Unidos y en México, el déficit de la cuenta corriente no petrolera se redujo en 1% del PIB, es decir, un poco al revés de lo que algunas gentes están anticipando hoy en día, el déficit de la cuenta
corriente, de hecho en la última desaceleración que hubo de la economía estadounidense que afectó de manera importante a la economía mexicana, la cuenta corriente de hecho mejoró de manera muy significativa en ese episodio.
Nosotros de hecho estamos anticipando que se observe lo mismo, y de hecho si ven los números de diciembre y de enero que ya salieron de la balanza comercial, el déficit de la balanza comercial se ha reducido ya, si comparamos noviembre con enero, en una sexta parte.
Entonces ya estamos observando un proceso de ajuste muy importante desde el punto de vista de las cuentas externas, que nos permite anticipar que el déficit de la cuenta corriente, si bien puede aumentar debido al deterioro de la balanza petrolera que les mencionaba, que está cubierto por las coberturas, el resto de la cuenta corriente no debería de observar ningún deterioro significativo, si acaso inclusive podríamos llegar a observar una mejoría.
Entonces, un poco desde ese punto de vista, lo que sí hemos hecho, es que no estamos realmente anticipando problemas significativos, ni desde el punto de vista de la balanza de pagos, ni desde el punto de vista de las cuentas fiscales.
Y por otro lado un poco lo que hemos hecho es establecer una serie de políticas, tanto en mercados financieros y de disponibilidad de financiamiento, como desde el punto de fiscal, para intentar promover una mayor demanda agregada, o compensar el efecto de la menor actividad económica internacional, y también compensar parcialmente la disminución en la disponibilidad de recursos financieros.
Ahora, obviamente esto tiene que estar también reforzado, y ese es un punto que el Secretario Carstens ha hecho en repetidos foros, también por una agenda de reformas estructurales muy ambiciosas, que también mejoren las perspectivas de crecimiento de mediano y largo y plazo, y que también ayude a reforzar la confianza en el mismo corto plazo.