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Donald Trump o Kamala Harris: ¿quién les conviene a la Argentina y a la región?

By Inés Capdevila

Con Donald Trump, "se podría ver más presión sobre [América Latina] para alinearse más con Washington", dice Brian Winter de AS/COA a La Nación.

Nadie se mantiene indiferente, menos aun cuando faltan nueve días y la paridad entre Kamala Harris y Donald Trump es tal que ambos se reparten proporciones exactas de apoyo tanto en el voto popular como en los siete estados clave.

El suspenso conduce a los norteamericanos al nerviosismo y al resto del mundo, a la ansiedad. El Estados Unidos de 2024 no es el del final del siglo pasado, que emergió triunfante de la Guerra Fría y tuvo una década de influencia global y poder integral en los 90. Hoy es aún la nación más rica y avanzada militar y tecnológicamente del planeta, pero su supremacía fue recortada por las aspiraciones de una China global, por la consolidación de potencias regionales y por el declive de su propio atractivo político, comercial, cultural y diplomático.

Aún así, todas las naciones tienen un mayor o menor grado de relación y necesidad con Estados Unidos. Por eso, ansiosos, la mayoría de los gobiernos del mundo preparan escenarios de contingencia para dos administraciones que podrían ser antagónicas en sus vínculos con amigos y enemigos.

Ante las sospechas de que Trump prevalecerá el 5 de noviembre, los aliados de Estados Unidos –desde la Unión Europea hasta Japón y Corea del Sur- se alteran por un eventual segundo mandato de un presidente que ya los maltrató en su primer período. De Harris, esperan continuidad y apuestan por una relación estratégica reforzada. China, Rusia, Irán y el resto de los rivales de Washington, en cambio, anticipan más enemistad cualquiera sea el signo de la próxima Casa Blanca. Será acaso por eso que ellos intentan hoy enturbiar la contienda electoral con campañas de desinformación y hackeos. El objetivo: polarizar a los norteamericanos más de lo que ya están y debilitar sus instituciones. [...]

El recelo de Trump con las ambiciones chinas de superpotencia podría tener otro costo para Milei.

“Trump ya habló de medidas punitivas, incluyendo aranceles o sanciones, contra los países que siguen la agenda de desdolarización de China. Es una pregunta abierta sobre cómo será la relación de Trump con Xi Jinping en una segunda presidencia. Pero se podría ver más presión sobre las naciones latinoamericanas para alinearse más con Washington”, dice a LA NACION Brian Winter, editor en jefe de America’s Quaterly...

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