"Las filtraciones son parte de un escenario más grande que ha derribado la agenda del gobierno"

Es uno de los escándalos de filtración más grandes del mundo político de Estados Unidos. Caos ha sido la tónica de la última semana luego de que Edward Snowden, un joven de 29 años y contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA, su sigla en inglés), reveló un programa  ultra secreto de esta organización llamado PRISM. Con este, se interceptan correos electrónicos, llamadas telefónicas y registros de tarjetas de crédito de todo el mundo con el fin de combatir el terrorismo. Aunque no se escucha ilegalmente, sí se conocen todas las características de estos.

Para Eric Farnsworth, vice presidente del Council of the Americas y Americas Society, las consecuencias podrían ser enormes, aunque todavía no se pueden dimensionar. Lo que es seguro es que ahora se instalará la discusión de que el gobierno es “demasiado grande, demasiado poderoso, demasiado fuerte y demasiado intruso”, aseguró el analista.

¿Podría el caso de espionaje tener implicancias domésticas negativas para la administración de Barack Obama?

Todavía es muy temprano para saber con exactitud, pero ciertamente complica la agenda de la Casa Blanca, así como los temas de inmigración (hoy parte la última ronda de debate en el Senado) e implementación de asistencia médica. Las filtraciones son parte de un escenario más grande que ha derribado la agenda del gobierno fuera de las portadas. Ahora tienen que gastar mucho capital político y tiempo tratando de investigar el tema y tratar de ver de dónde vienen las filtraciones y cómo pararlas. Esto incapacitará a Washington de perseguir una agenda más amplia.

¿Podría crear una división política?

Esto tiene que ser visto desde un ambiente de seguridad nacional, donde se busca mantener a EEUU a salvo del terrorismo. Normalmente, en un escándalo político tendríamos a la oposición creando un gran escándalo con la Casa Blanca, pero no en este caso porque los temas de seguridad son temas republicanos, ya que ellos han sido los más grandes partidarios de esto.

¿Ayudará a paliar la crisis el hecho de que los republicanos no ataquen tan fuerte?

Creo que los republicanos en general no van a tratar de usar este incidente en particular como un arma en contra de la Casa Blanca, y no creo que este tema sea el que destruya por completo la fortuna política del gobierno. Sin embargo, hay algunos republicanos que sí los atacan, ya que el partido no está tan unido, y también algunos demócratas han sido fuertes partidarios de este programa [de la NSA]. Por lo tanto, no existen políticas regulares en torno a este tema.

Pero esto sí le da argumentos a los republicanos para decir: Obama fue candidato a la presidencia diciendo que iba a cambiar todas estas cosas, pero al final del día no lo hizo. Esto le preocupa a los miembros del Partido Demócrata porque querían tener un cambio y un quiebre de la previa administración, pero no parece que mucho ha cambiado.

¿Le preocupa a esta administración que se diga que se está volviendo a la era Bush, a un gobierno más autoritario?

Es una advertencia de que estos temas continúan estando con nosotros y que hay una enorme infraestructura de seguridad que se ha desarrollado durante las últimas décadas. Y, a pesar de que los temas de terrorismo ya no están en primera plana, el aparato continúa estando completamente activado. Esto es muy desconcertante para muchas personas y una preocupación.

¿Podría también afectar las relaciones a nivel internacional?

Sí. Es otro ejemplo de EEUU usando tecnología para espiar a otras personas, ya sean ciudadanos estadounidenses u otros. Será otro argumento en contra que usará la gente que no aprecia a EEUU. Van a haber países alrededor del mundo que ahora estarán más reacios a comprometerse por completo con EEUU en torno a alguno de estos temas, porque siempre va a quedar abierta la pregunta: ¿Si cooperamos con EEUU nos abre a intrusión electrónica y monitoreo de la que no queremos ser parte?

¿Podría este incidente cambiar las leyes de espionaje?

Todavía no se puede saber… pero las operaciones que están ocurriendo no están fuera de la ley. No se está alegando ilegalidad sino que esto va simplemente más allá de la autoridad que EEUU debiera tener. Pero, las fuertes reacciones de los miembros del Congreso, de ambos lados, en apoyo de este programa me indican que no habrán cambios legislativos, porque no tendrían apoyo político. Lo que sí podría ocurrir sería un refuerzo de algunos de los requerimientos. Es decir, se podría necesitar mayor aprobación de la corte y más transparencia.

Es decir, que el programa de la NSA va a continuar…

-Creo que el programa fundamental va a permanecer, y esto es lo que le preocupa a mucha gente. Quieren mantenerse seguros, pero bajo qué costo. Hay un real conflicto que el público de EEUU tiene que aceptar. Obama mismo lo dijo hace unos días: que no se puede tener seguridad perfecta junto con perfectas libertades civiles sin tener inconvenientes. La pregunta está dónde dibujar la línea, cuánta libertad civil se cede para ganar seguridad.