Por qué el modelo Bukele no se puede replicar en otros países de la región
Por qué el modelo Bukele no se puede replicar en otros países de la región
"El Salvador me parece un caso único, algo nuevo en el contexto latinoamericano", dijo el vicepresidente de Políticas de AS/COA, Brian Winter, a La Nación.
En una manifestación contra la detención de inocentes por el régimen de excepción en El Salvador, que logró reducir notablemente la tasa de homicidios a cambio de una restricción de derechos constitucionales, una mujer grita que Nayib Bukele tuvo a “los mejores profesores” para su modelo de liderazgo y menciona a Hugo Chávez y Daniel Ortega, dos presidentes cuestionados por sus derivas autocráticas. Mientras tanto, el propio Bukele parece plantarse como el profesor, o más bien el ejemplo, para dirigentes de la región que quieren plegarse a su política de mano dura con la ilusión de conseguir a cambio altísimos índices de popularidad como los que exhibe el mandatario.
Sin embargo, en ningún otro país de la región se encuentra un modelo como el de Bukele.
La elección de ayer en El Salvador fue particular. Por un lado, casi la totalidad de El Salvador, incluidos muchos opositores, daba por hecho un triunfo en primera vuelta -al que se confirmó con los primeros resultados oficiales-. Pero estos comicios eran una prueba para confirmar, en primer lugar, con qué nivel de apoyo ganaba el mandatario, y en segundo, en qué situación quedaba el oficialismo en el Parlamento. Según un tuit de Bukele antes de que se publicaran los datos oficiales, arrasó en ambos casos, lo cual ya despertaba dudas y especulaciones. [...]
Para analistas políticos, la particularidad de esta deriva autoritaria de Bukele es que no parecería socavar el alto nivel de popularidad del mandatario. Y eso depende de factores inherentes a la historia salvadoreña, una cultura democrática más baja que en otros países y la figura fuerte del mandatario.
“El Salvador me parece un caso único, algo nuevo en el contexto latinoamericano: una democracia en retroceso por decisión de sus propios votantes”, define Brian Winter, especialista en América Latina y editor jefe de la revista Americas Quarterly. “Es evidente que Bukele es un autoritario, que tiene la ambición de poder perpetuo, que está restringiendo derechos civiles y humanos… y a la gran mayoría de los salvadoreños eso no les importa. Por el éxito que ha tenido en la seguridad, la población le cree, y está dispuesta a darle carta blanca para seguir desmantelando la democracia en otro mandato”, dice a LA NACION.
“Difícil de repetir”
“Creo que Bukele es un caso difícil de repetir en el resto de la región”, señala Winter. “Porque las instituciones salvadoreñas realmente estaban débiles y en estado de descrédito antes de su llegada, pero también porque Bukele es bastante especial. Es brillante, capaz, inteligente como pocos, hay que reconocer eso aun para los que nos preocupa el rumbo autoritario”, completa. En ese sentido, menciona que Jair Bolsonaro quiso seguir un camino similar en Brasil sin éxito, “porque no es capaz como Bukele y también las instituciones brasileñas son más fuertes”...